"Se nos gastó, tan pronto el amor, y la eternidad fue leve.
Duele soltar, promesas que son hojas que el viento mueve.
Nos derribó de golpe el dolor
Y el cielo quedó desierto.
No hay más que hablar, no pidas perdón por lo que ayer fue cierto. 
Mi corazón da un paso en falso y vuelve a ti, sigue latiendo contra mí,
No sé cómo enfrentar el tiempo, ni la noche, ni el silencio.
No hay solución sin ti perdí la inspiración, dejé mi luz en un rincón, 
Y el cielo es tan pequeño, que no caben ya mis sueños. 
Hoy se vuelve nada lo que sientes, sabes bien que las palabras mienten. 
Nunca digas siempre. 
Cuesta aprender y esta soledad, me enseña por las malas.
¿Cómo volar, si la realidad nos congeló las alas?.
Ya ves, tu futuro me olvidó, fui una pausa en tu camino, un cometa que pasó,
Me quedo sin ti,
Muriendo en esta habitación
Aun no te puedo decir.
Adiós.
Nunca digas siempre”
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Esta canción... que en otro momento era una más...
Y que inicialmente escuchaba con amnesia selectiva
Como si nunca he sentido algo así,

Como si tú nunca fuiste mi única inspiración. Hoy me duele. 
Dejé que te acercaras demasiado.
Aun sabiendo que no valía la pena, quise volver a probar que era tenerte de mentira.

Solo un ratico, pero esta vez prestado. 

Y me muero de rabia porque siempre supe que me volverías a doler,

Que me iba a costar un mundo volver a decirte adiós.

Porque aunque no hay amor, y el dolor no es como solía ser,

Hay algo que no nos deja apartarnos del todo.

No eres mío, no fuiste, y no serás.

No me convienes, no me perteneces, y no vas a ser nunca quien necesito.

Pero ¿cómo hacemos con lo que sentimos?

Ya nos dejamos llevar un rato, sin pensar en nadie y siento egoístas.

Pero no lo podemos manejar.

No podemos ser un incierto.

Y finalmente porque no puedes dejarte ser conmigo.

Siempre te cuidas, siempre te cierras, siempre te escapas.

No puedo retener lo que no es mío, aunque te sienta tan cerca.

Y si, aun no te puedo decir adiós.

Y odio eso, odio haber retrocedido lo suficiente como para no saber qué hacer.

Como para verme en el mismo espejo del pasado.

Yo quise volver a sentirme así, como me sentí contigo.

Como no me he sentido nunca con nadie. 

Como siempre he querido sentirme.

Y bueno, sí, mi corazón dio el paso en falso y volvió a ti.
Sigue latiendo contra mí.

Porque en estos años solo he dado tumbos por la vida buscando volver a sentir eso. Y que esta vez si fuera para mí.

Busqué sentir esto con otro para no sentirlo por ti.

Para poder tener una pequeña esperanza de que eso que yo sentía cierto, pudiera serlo, sin que fueras tú, porque no vas a serlo jamás.

Entonces convenientemente convencí a mi mente, a mi cuerpo y a mi corazón de que eso que teníamos era una bonita amistad luego de una relación muy intensa.

Y te veía y no sentía nada, y podía vivir sin ti sin necesitar de tu presencia.

Y aprendí a reconocer que tus besos no han sido los mejores, y que hay hombres que bailan mejor que tú.
Y que también hay otros tantos que cantan y escriben muy bien.

Y que puedo sentir otro cuerpo, y otras manos, y otra voz.
Así como también aprendí que no eres el único mentiroso, 

Que quizás no eres tan malo, que hay otros peores.

Y que tal vez ninguno es bueno, y eso me hizo temer.

Pero en el fondo todo eso fue una treta necesaria para poder seguir mi vida sin seguir esperando que otro fuera como tú.

Que me guste tanto como tú.

Que me desvanezca como tú.
Que logre amarlo como te amé a ti.

Y finalmente, que no  me haga seguir comparándote con todos.

Seguir sintiendo que no alcanza lo que siento para poder sentirme así.

Si eso no es suficiente para entender que haber caído de nuevo es también amar el hecho de haber sentido lo mismo que hace cinco años.

Eso que no pasó con nadie más, ni con la representación de ti que inconsciente buscaba en otros.

Solo contigo, no hay persona en la vida que me haga sentir lo que tú.

Punto.

Reconocerlo es el primer paso para despedirme de esa necesidad de que seas tú siempre.

Y para aceptar que no alcanza que me quieras, ni que me desees, ni que yo sea esa persona tan importante en tu vida, ni mucho menos todo eso que sabemos que no es ni fue mentira.

Porque nuestras vidas están separadas por fuerzas más grandes.

Porque aunque venga otro que mida 1.87 mts, use tu perfume y tape mis ojos, yo sabré que no eres tú.

Y porque aunque vuelvas a mí, ya no volveremos a ser como fuimos.

Porque tendríamos que vivir esto en el silencio, y porque yo no puedo ser eso para ti.

Y porque no tengo las gónadas para decirte que no, sin que eso me deje un hueco en el estómago y las ganas de conseguir excusas necias para decirte que si y que no importa nada.

Y porque después de todo, sé que eso no sirve de nada porque no cambia el presente. 

Y porque hoy no sé si te amé y ya no es amor, o si ese sentimiento se durmió de forma consciente para ayudarme a seguir mi vida.

O sin finalmente te sigo amando de la misma manera imbécil, sin explicación y sin saber bien que es lo que amo de ti y que me quita la paz.

Si es simplemente, ese orgullo bizarro que necesita resaltar alguna carencia interna, la carencia pendiente que tenia de ti, de ese desamor que te hizo dejarme, y que ahora me dice: LO TIENES, ES TUYO. 

Y que si quisieras pudieras tenerlo siempre. Ya no sé.

Y no sé porque todo esto remueve mis piezas, mis bases, mis recovecos, mis silencios, mis miedos, mi intimidad, mi voluntad, mi inteligencia, mi sentido común, y mi poco, mucho, nulo o inexistente concepto del bien y el mal.

Ahora veo que estos dos son maleables, y que por condición humana redondeamos a los limites de nuestras necesidades, para tan solo aferrarte a eso que te descontrola.

Y de pronto me viene a la mente la frase de una persona por ahi, que me dice:
¿Cómo puede ser malo si se siente tan bien?.
Pero sé que esto no es más que las ganas de que todo sea un poco más posible. 
Y de pronto recuerdo que tuviste la oportunidad de tenerme por siempre, libres, sin problemas, y no quisiste.
De modo que termino aceptando la frase mediocre del despechado que se quiere dar ánimos.
"Lo mejor es lo que pasa"(Inserte carita conformista
Y prostituyo esa linea hasta el último de tus recuerdos pensando que no eres para mí y no me mereces.
Pero en el fondo sigo estúpidamente queriendo encontrar una sola cosa que me haga quedarme. Cual película, cual final de novela, donde después de todo soy yo la que termina riendo.
Pero al final de todo el cuento, me quedo de nuevo en el mismo muelle de san blas donde te esperé en silencio. 
Con unos años más, muchas otras experiencias, pero el mismo vacío infame en el estómago. Con un poquito de rabia por desear que no hubieses vuelto, no me hubieses besado y no me hubiese querido dejar caer.
Culpándote y culpándome, como dice la canción que te escribí el dia que terminamos.
Y diciendome que después de todo, haré lo correcto para mí y para todos.
Porque sé que siempre preferiré seguir siendo la intocable, pero marcar la diferencia en tu vida.
Y ya no puedo dejar migajas de esperanza para cuando termines con ella.
Porque aunque eso suceda, sé que el del problema eres tú.
Aunque seas tú y siempre tú el único que me ha hecho sentir dos veces lo mismo.
Aunque seas tú el dueño de ese olor que me desvanece,
Y que tal vez, sea así por siempre.
Sencillamente, es imposible.














14 de noviembre de 2011