Y así fue como un buen día ya no me quedaban más ganas de seguir siendo buena...
Si, es exagerado... tal vez, es también muy mentira, o muy verdad, pero aquí es donde me paro el quicio entre lo que ha sido mi vida hasta este momento y lo que puedo visualizar para el futuro, y me digo: -No, basta-
Aunque no me quejo de todo, tampoco he sonreído siempre.
Y es esa clase de sensación de querer salir del estanque, de abrir bien los ojos y aceptar que siendo tan transparente no se ha conseguido mucho.
Hay que conservar tonos opacos, tonos que nos permitan velar nuestra intimidad, pero también hay que velar un poco la consciencia, un poco el sentimiento, un poco la verdad, y quizás también un poco eso que proyectamos al resto.
Mi balance general hasta ahora indica que tal vez es momento de ser un poco mentira, y guardar la verdad para mí.
-Pero no una mentira maligna- ni con sed de venganzas.
Sino esa mentira conveniente que nos resguarda el alma de aquellas cosas que la lastiman a quema ropa.
No se puede desnudar la debilidad, porque te vulneras.
No se debe seguir escogiendo con los huecos que dejan las desilusiones, no hay que creer que el mundo debe entenderte, y sobre todo hay que aceptar que cada quien está demasiado ocupado pensando en sí mismo como para tratar de comprender que es lo que te hacer ser como eres.
No hay que entender al otro para justificarlo, sino para perdonarlo y dejarlo atrás.
En fin, ser celoso de tu yo interno, cuidarlo, pensar en él.
Evaluar posibilidades con cabeza fría y dejar a un lado el sueño rosado que te nubla el entendimiento.
Desprenderse, desligarse, deslastrarse. Hacerse independiente, hacerse un individuo, con cabeza para pensar sobre sus decisiones de forma ecuánime, de forma madura e inteligente.
No tratar de maquinar tanto las mil y un posibles salidas a situaciones inciertas, no pensar tampoco por el otro, dejar que todo fluya y esperar que el río crezca para entonces poder nadar.
No se, evolucionar, crecer...
Cambiar, pensar antes de hablar, antes de actuar, antes de dar un paso.
Dejar la explosividad que adoptas y haces parte de ti como mecanismo de defensa, dejar de pensar tanto y vivir.
Perder los miedos, enfrentándolos, hacerte fuerte con el golpe, y escuchar el silencio.
Aprendiendo a no decir lo que no te corresponde, aprendiendo a ser prudente y no decirlo todo.
Tal vez, dejar atrás tanta ira, tanta rabia y tantas malas palabras.
Pensando en mí, en mi futuro. Estableciendo prioridades, y estudiando opciones que nos lleven a la cima.
Aprendiendo un idioma, o a tocar otro instrumento, tal vez intentar practicar yoga y ejercitar nuestras destrezas.
Sanar la mente para alimentar el espíritu y que se refleje en el cuerpo.
Siendo otra, ya que de esta forma no ha funcionado del todo. Un cambio para mejor.
Aprovechar el tiempo porque se ve entre nuestros dedos, emplearlo en cosas enriquecedoras y que nos alimenten internamente.
Hacer ejercicio, tal vez un tatuaje con significado profundo, que marque un renacer, y un revivir.
Cortando lazos que atan la emotividad, sacando eso que no nos deja ser felices, que no nos deja entregarnos.
Ahorrar dinero, comprar velas y desfrutar de la poca luz.
Sembrar una esperanza en otros, planteando el cambio, aprovechando las virtudes que nos otorga el creador.
Respirando más y hablando menos, sonriendo y esperando solo lo mejor.
Programandonos para ser lo que queremos ser, leer más y ver menos tv.
Escuchar música suave, descansar más, donar ropa y zapatos que no usamos y siendo más hermanos de nuestros semejantes.
Haciendo bien nuestro trabajo, y seguir creciendo en nuestras aspiraciones, no conformarse, no quedarse varado, siempre arriba, siempre adelante.
Tal vez un poco de lo que intento construir para mí misma, para ayudarme a salir de esta esquina desde donde alcanzo a ver todas las desavenencias y desventuras.
Y desde donde renuncio a seguir viéndolas manifestarse por mi causa, desde donde coloco un freno a la caída libre de mis ánimos y de mi fe.
 Donde necesito de una vez por todas recobrar la confianza en toda esa fuerza que llevo dentro, esa que me tumba y me levanta.
Y esa que puede ser mi mejor aliada, justo ahora cuando he decidido pensar en mí, por mí y para mí.

05/07/11