Quise cambiar algunas cosas...
Comencé con el nombre de esté blog...
Luego quité mi nombre, mi rostro, los viejos colores pálidos...
Dejé olor a fruta fresca, conservé mi esencia, y mis matices...
Coloqué colores vivos, llamativos, que no necesariamente combinan entre sí, pero dan cuenta de algo que cambió de manera radical...
Dejé atrás algunas cosas, hoy me doy cuenta de que soy ejecutora de mis pensamientos...
¡demasiado peligroso!
Porque soy yo y nadie más que yo la encargada de auto flagerarme o por el contrario regalarme la oportunidad de tomar un camino más sano... más placentero
Hoy estoy colocándole un velo a mi identidad en este mi pequeño espacio de distracción y catarsis.
En el cual puedo vomitarle al mundo todo lo que siento y como lo siento sin temer demasiado...
Quizás hoy estoy cerrándole los ojos a los que saben quien soy, y destapando lo que muchos que me podrían leer no condenarán
Parece mentira, pero la condena tiene rostro...
Basta que tengas un nombre o una cara para poder tener el privilegio de ser señalado 
-altos niveles de sarcasmo-
Pero poco importa, el mundo está hecho para quienes no temen, para quienes optan por vivir sin tanta receta y se atreven a dejarse sorprender...
Ya no tendré una cara para mostrarles, pero tendré mucho que decirles, empiezo a dejar los vetos y a hablar como todos deberíamos hacerlo aun teniendo rostro y nombre...
Empiezo a ser muchísimo más real, apegada a mi ser interior, que día a día lucha por desatarse de los lazos que la culpa le adorna...
Puedo ser yo al menos sin tener rostro, puedo decir lo que quiera sin que eso moleste y puedo también seguir viviendo el mundo paralelo donde todos somos obedientes y 
callamos de manera hipócrita