...Hablar de ese tipo de cosas indecibles, de eso de lo que nunca hablo por ser el talón de este Aquiles. Mi eterna debilidad, mi condena silenciosa de esperarte sin respuestas, sin pre aviso y sin despido, sin señales y sin rastros...
Tú, siempre sin un rostro y sin un quizás... con ese caminar oscilante por este mundo traicionero, vas vestido con tu yo ideal y ese olor a rosas y chocolate, con tu imágen de eterno y de para siempre...
Te he buscado, y emprendí ese camino con un miedo predispuesto a conveniencia, un montón de palabras que ya no se si te diré, una mochila con mis peores defectos, mis mayores virtudes.. además de esos jeans gastados en el tiempo...
En algún punto del camino te confundí y creí haberte visto...
Te puse un nombre y por un tiempo fuiste ese joven alto y bien parecido, el que llegó luego de esa montaña de soledad mala consejera, acompañado de sus pócimas de cariño a destajo, y de todo lo que finalmente nunca me perteneció... de todo eso que sólo vivió mi mente, y que sólo yo sentí...
No eras tú, sino la representación caricaturesca que solía tener de ti... y no lo supe a tiempo.
Te culpé por haberte llevado mis ganas de quererte, de esperarte y de serte fiel... me casé con la rabia y el despecho.
Y mientras, cansada de no besarte y de no verte, te engañaba con el deseo, fui un cuerpo y una carne, y nuevamente sin darme cuenta, sin quererlo, sin buscarlo, sin siquiera poder reconocerlo... te seguía esperando...
... Luego creí encontrarte en ese ser tan parecido a mí, tan cercano a lo que tanto anhelaba, mi narciso herido. Ese hombre atento y caballeroso, bastante maduro y con toques intelectuales que adornaban su no tan agraciada apariencia.
Ese adonis de las palabras, de viajes por el mundo, tan similar a lo que merezco y tan dispuesto a luchar por merecerme, esa persona con quien podría conversar de todo y por quien sentir admiración, y si, creo que lo tuve por un rato, y creí que eras tú... que al fin te había encontrado y me sentí en las nubes, viviendo una historia de cuento, pero sin final feliz...
Y de nuevo me tendiste una trampa, nunca estuviste aquí... sigues siendo un prófugo de mi, y por rabia te encerré en el lugar más recóndito de mis sueños y me alejé de la idea de seguir creyéndote, pero es que te he buscado incluso cuando no sabía que lo hacía... cuando intentaba no quererte, y cuando creí haberte confinado al olvido...
en el 3B de aquel edificio, en aquella calle.
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Lo primero que hice cuando lo nuestro terminó, fue mudarme de ciudad, dejar
a mis amigos atrás, las esquinas, las tiendas, todo. Lo más inteligente *(según ...
Hace 1 semana
1 comentarios:
Se me olvidó la PD: por cierto sr amor... no olvide llegar a este sitio, si y solo si esta dispuesto a amarme de la forma en que merezco.. de resto quédese en ese sitio desde donde lo amo platónicamente =)
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