Algo tienen sus palabras...
Esas que me gusta leer a solas, tantas líneas melancólicas y llenas de dolor.
Esas letras, que con algo de astucia saben describirme sus límites.
Que lo muestran tal cual es, sin mascaras ni corazas.
Líneas que me llevan a su mundo, a comprender esa vida,
La vida de un hombre absolutamente interesante.
Frases que me remiten al ser que las escribe, que desnudan su humanidad...
Que me dejan saber lo que siente, lo que piensa y lo que es.
Líneas que expresan la verdad que nunca dice,
la fragilidad escondida tras esa imagen de amargura.
Culto, inteligente, cuerdo y coherente... tan irresistiblemente fascinante.
Sus líneas me hacen comprender como ama un hombre y admirar la forma en que lo hacen.
Leerlo es sentir respeto por él sin decirle nada...
Es también estar atenta, es conocerlo sin hablarle.
Leer sus líneas es creer saber quien es...
Es casi poder asegurar que besa bien y que huele rico...
Que es analítico, desconfiado y de carácter impredecible.
Pero sobre todo, sus líneas me dejan ver el color de su alma...
De sus sueños y de su dolor, ese dolor que yo conozco...
Que he sentido en mi propia piel y que ahora me enseña a ser más mujer.
Sus líneas me atrapan, me encantan...
Y son como un vicio...


para una adicta a las palabras...