En estos momentos es cuando me siento a preguntarme por cada uno de los acertijos que voy dejando a la deriva mientras camino.


Me surge una pequeña duda, un sustico quizás... Empiezo a responder por exceso y por defecto a modo de ir durmiendo de nuevo mis fantasmas.

Una forma de no seguir pensando sobre lo mismo durante un largo período de tiempo, una forma de hacerme la vida más sencilla, o quizás de hacerme la loca y seguir ahí...

Que curioso es mirar al pasado y darse cuenta que a él pertenece gran parte de lo que solías ser, cuando te miras al espejo sabes que guardas tu misma cara, quizás tu mismo aspecto, pero internamente hay otra persona habitando ese cuerpo.

Conforme vas corriendo, vas cayendo, adquieres una cierta cantidad considerable de experiencia y si no tienes mucho cuidado te haces tan fuerte, más de lo que deberías.
Se que no hay recetas, no hay medidas exactas para racionalizar las emociones, por eso a veces nos excedemos de un lado o del otro...

Damos de
más o nos guardamos mucho. ¿Cómo negociar una tregua razonable? peor aun, ¿Cómo se negocia con uno mismo? es decir, ¿En qué momento podemos ser objetivos para con nuestro propios procesos?

A veces siento un poco de frialdad al extrapolarme un poco y escuchar el retorno de mis propias palabras, siento que esa que habla no soy yo, sino el
residuo de mis antiguas angustias superadas.

¿superadas? ¿será verdad o sigo siendo una cobarde que huye de sus propios silencios?

Llega un momento en el cual deseas ser la misma niña inocente que creía en todos, que veía el amor azul y que pensaba que vendría un príncipe en su caballo a rescatarme de todo lo que pasé, a veces quisiera ser un poco tonta, no saber tanto, no pensar tanto, no maquinar y no siempre esperar lo peor...

Quisiera creerme esa fantasía, no seguir diciendo ese tan mediocre "por ahora todo va bien" sino entregarme a sentir... Quisiera poder seguir creyendo con ojos cerrados, sentir que me caigo y no sentir miedo...

Por eso es mi dilema, quizás ahora sufro menos, quizás me cuido más, pero también he dejado olvidada una parte de mi que me hacia ser tan yo, y que a veces se quiere salir pero no la dejo, la tengo encerrada entre muros de contención, arropada por oscuridad y orgullo.

Y vuelvo y me pregunto ¿valdrá la pena? ¿acaso creer no es vivir? ¿Cerrar los ojos podría ser el camino? ¿Dónde verdaderamente está mi ganancia?

Porque al verme a veces me siento tan extraña a mi misma que me dan ganas solo de ser quien siempre fui, ¿por que el miedo y el dolor nos hacen tanto daño? incluso más allá del momento en el cual lo vives, porque hasta el dolor tiene un tiempo de caducidad y cuando se quita se va sin dejar rastro, pero el daño queda en lo que esa experiencia va haciendo con la persona que solíamos ser. ¿será que jamás volveremos a serlo? ¿es bueno sentir nostalgia?

Quizás alguno no entenderá mis palabras, y no me interesa que lo entiendan... solo recurro a este mi espacio de catarsis para exorcizar algunas ideas varias que en algún momento llegan y se vuelven angustia.

Sin más, seguiré meditando sobre esto... algo debe haber detrás de lo que incluso no he dicho.