Así fue, no ya va... ¿ príncipe? sorry, fue un chiste..., ese es el papel del personaje que con frecuencia buscas ser, es solo lo que pareces, lo que intentas ser y que con aires de verdad logras emular de forma casi imperceptible.
¿Chico ideal? si, y es que precisamente lo ideal no es real, lo ideal es lo que debería ser pero no es... eso eres tu, un imago... una representación, un símbolo, una fantasía creada a partir de artimañas que usas para conquistar tierras prohibidas...
Forma parte de tu guion, tu misma historia y mismo canal... muestras el rostro del ese amor bonito, esa parte que todas deseamos encontrar pero que de inmediato nos lleva a la perdición.
Puedes llegar a ser antídoto para corazones incrédulos, y peligrosamente adictivo para alimentar el morbo de nuestro ego, y es que puedes llegar a ser todo lo que uno puede necesitar...
Ahora bien... intentaré no ser ofensiva, pero confieso me provoca...
Y me provoca porque mereces todo mi desprecio, mi rabia, mi odio y mi asco... Sin embargo, mi corazón es noble y mi alma es libre,  y no está presta a las ataduras de sentimientos insanos.
¿Sabes por qué? porque la mujer que te escribe no tiene por entrañas ese saco de cables secos cargados de inseguridades que tu tienes, eso que disfrazas detrás de una fachada de hombre centrado y ecuánime... eso que yo pude ver, y que más allá de todo ese personaje que nos vendes me hacían sentir ternura y consideración. 
Decidí ser idiota y creerte, me lancé al vació con el viento a tu favor y las cargas en mi contra, con un sustico en el pecho, y una historia complicada... sobre todo con ganas de no equivocarme y vivir eso tan mágico...
Pero yo tengo las agallas para reconocer mis errores, mis defectos, mis inseguridades y debilidades, mi miedo y mi angustia, y ¿sabes? la razón por la cual soy tan contradictoria y un poco insegura, es porque intento no dañar a nadie ni a mi misma y siempre intento hacer lo correcto.
Asumí el riesgo con las gónadas que a ti te faltan incorporadas en mi cuerpo... 
Poco tiempo estuve sumergida en ese castillo encantado, donde había tal belleza y perfección que asustaba, que me generaba un poco de inseguridad por no ser cotidiano... Yo fui para ti, ese reto, tu honor al mérito, tu "si camuflajeado", y el oxigéno con el que hinchabas tu ego. 
Todo fue más que bello, hasta que ya no fui más ese sustico y ese "prohibido tocar",  hasta que te diste cuenta de que me tenias recogiendo la sombra de tus pasos...
Para cuando eso pasó, no había intención, yo ya no era la mujer imposible de alcanzar y de tener, más bien era la que se alimentaba de tus mecanismos de control social, ese susurrar dos o tres palabras bonitas para calmar al pueblo... 
Yo comenzaba a demandar atenciones que antes eran espontáneas, me obligué a tener paciencia, a ser astuta y callar algunas cosas para evitar escaramuzas desagradables que te hicieran pensar que quería amargar tu preciosa vida, traté de ajustarme una vez más... cedí y finalmente, la loca seguía siendo yo...
Luego con excusas muy bien fundamentadas, dignas de un profesional de la verborragia que eres, me diste puntos de vista que me hacían ver exagerada, además tu necesidad de "estar solo", de no tener problemas y complicaciones, y de no repetir el mismo formato de relaciones pasadas te hizo pensarlo mejor...
Tu egoísmo y yo nos encontramos en una posición complicada, en la cual sembraste dudas y culpas dentro de mi que me hacían cuestionar incluso de mi salud mental y emocional, eso si, diciéndome siempre que yo tenia la razón y que me querías, pero no estabas cómodo.
Mentiras, tu no la quisiste a ella, porque le mentías para hablar conmigo, no me quisiste a mi porque no luchaste por ese sentimiento como yo si pude hacerlo, pero lee bien... tampoco quieres a quien está a tu lado, porque ya hablabas con ella cuando me proponías a mí un próximo encuentro sin ropa... 
Lo más sádico de todo es que a todas nos decías el respectivo te amo... la verdad es que siento asco, sencillamente no te quieres ni a ti mismo, es más creo que detestas eso que haces pero jamás lo reconocerás.
Y si, es verdad, fuiste increíblemente bello conmigo, también con ella, con la de turno, y las que vengan porque eso es parte de ser un caballero de armadura grande como faceta bien definida, pero ¿sabes una cosa? te faltó astucia para darte cuenta que busqué probarte nuevamente...
Quise darme cuenta por mis propios ojos de que sencillamente me convertí en carne para tu asador, honestamente no se si alguna vez sentiste algo bonito por mi y es lo ultimo que me importa, pero lo que si me consta es que últimamente solo querías mantenerme contenta, me usaste como tu fantasía de ocasión, tu llamada a la medianoche con tu besito en el cuello, te mostraste como realmente eres, como ese patán arrogante que quería a matar sus ganas con una piel.
Por eso sin decirte nada te mandé a la fosa donde deberías estar confinado hasta que te hagas gente, y entérate, no es que tu evitaste llamarme ese lunes porque te nació la consideración y el respeto, es que sencillamente yo no iba a permitir que tus manos me tocaran nuevamente y me fui... 
Luego me atacó el silencio y las culpas, sentí que yo había dañado lo nuestro, y me sentí realmente miserable... mientras tu estabas saliendo con otra, a quien denominaste "una amiga, levante y machuque" pero a la cual hoy, pocos días después, le dices "yo también te amo" y  muestras orgullosamente en la red social de tu perdición como tu novia... 
Por favor, ¿comprendes mis nauseas? ¿entiendes mi rabia? ¿acaso puedes imaginar como hago para no vomitar todo el veneno que corre por mis sangre? ¿sabes en donde te puedes meter tu infame imágen de chico perfecto? ¿sabes a quien le puedes seguir echando el mismo cuentico? No mencionaré a tu madre por ser una dama y una persona sencillamente especial... mi problema es contigo.
Pero la respuesta es sencilla,  porque te escudas en la licencia que te da el tener la etiqueta de "hombre" para hacer y deshacer, porque como eres hombre no puedes decir que no, como eres hombre no puedes soportar tu pene dentro de tu pantalón y pensar en que puedes amargar la vida y el alma de alguien, por ser hombre no puedes apegarte a tus principios y ser un ser humano y no un saco de huesos y testosterona.
Y sobre todo, por ser hombre tienes la potestad de jugar con las personas y salir con tu cara lavada a decir, no eres tu soy yo.
¿Sabes? no me iba a ir sin comprobar lo que necesitaba comprobar, repito, me sobran las gónadas que a ti te faltan para arriesgarme, caerme, recoger los vidrios y no llevarme a nadie por delante, no me iba a ir con esa duda que atormenta y te hace preguntarte ¿que habría pasado si...? 
Pero sobre todo, no me iba a ir sin convencerme que no fui nada para ti, que cuando te apretaron las ganas no pensaste en esa demagogia tan característica que te hacia decirme "no te quiero hacer daño" y que fuiste realmente quien eres.
No te importó saber que yo lo habría hecho con el corazón y tu solo te aprovecharías, no pensaste que yo intentaba chantejearte a ver si podía tocar tu corazón nuevamente, no pensaste que estabas siendo asquerosamente bajo y repulsivo, sencillamente tu licencia de hombre te da para eso y más y me da lástima.
Te probé y caíste, me probé y me di cuenta de que te quedé muy grande, que no mereces siquiera un insulto, que nunca mereciste mis intentos y mi confianza, que no mereces a nadie mientras seas ese intento de hombre que no existe.
Afortunadamente me di cuenta, y me alejé, intenté todo, lo di todo, pero salí ganando... porque lo que tu me has enseñado de ti y sobre todo de mi, vale para el resto de mi vida.
Aun se que puedo hacer mucho por amor y sobre todo, se que no estoy muerta por dentro y que mi corazón es noble y lo más importante... no puedo estar más orgullosa de la mujer que soy.
Solo espero que no sigas tapando un fantasma con el otro, que no mojes tus sabanas con el sudor de una piel para olvidar la otra, que no seas tan cobarde y te hagas hombre.
Que aprendas de todos tus errores para saber que debes cambiar por ti, porque de lo contrario, siempre seguirás siendo el capitulo a olvidar de la vida de toda mujer que toques, la parte negra y detestable... porque tu conciencia será tu condena cada noche.



ADIOS

Si cualquier día de estos me preguntaran de qué manera quiero, podría responder de forma cursi, desde mi corazón... quizás diría un simple te extraño, o algunas de esas cosas que con labia casi masculina soy capaz de enunciar...
Sin embargo, por hoy podría decirlo en nuestro idioma, en la única forma en que nos entendimos alguna vez... decirte con mi piel que no hay cosa que desee más en este momento que estar contigo...

Pero no lo diré...
Incluso podría decir que hoy extraño ese instante cuando me necesitabas, esos momentos cuando yo era indispensable para tus días... 
... tal vez, el sonido de tu voz que ya se me está olvidando
...aquellos besos... todos y cada uno de ellos... 
...los Te Amo que a veces nos decíamos...
y hasta las riñas tontas...

Pero tampoco lo haré...
porque creo que extraño todo lo que soñé que pasaría...

Todas esas veces que dormimos juntos y me despertabas con un beso... 
Nuestro fin de semana en El Ávila, y nuestra noche perfecta...
Los almuerzos que no te preparé...
 nuestros viajes, esos domingos viendo películas en tu cuarto...
Las veces que te acostabas en mi pecho y te dormías ahí...
Volver a bañarnos juntos... 
La canción que te escribí y jamás te canté...
Los otros tantos Te Amo que nos faltaron...
Y el tiempo que no me diste para hacer todo eso...

Pero me niego a decirlo...

Si pudiera chantejearte y decir que aunque no me gusta usar tacones, hoy podría ponerme unos que te gusten para hacer el amor contigo...
Si pudiera confesar que aunque me gusta mirar, podría dejar que vendaras mis ojos y confiar en tus manos...


Si con eso pudiera comprar eso que sentías y que ya no existe, si se despertara tu nostalgia y tu sentimiento fuera real de nuevo...
Si te renacieran las ganas, si se te olvidara eso que viste en mí y que no soy...
Si ya no tuvieras con quien olvidarme, si no supiera que haces con ella lo que hiciste conmigo... 
Si no supiera que piensas en mi, y quizás en ella y en otras...
Si no supiera que aun extrañas nuestras llamadas a media noche...
Si no supiera que no vas a volver...  
...seria capaz de eso y mucho más.

Si supiera en que momento dejaste de extrañar cualquiera de estas cosas, las que pasaron y las que no, lo que fuimos y lo que quisimos ser...
Si pudiera decirte que se que no eres feliz, que buscas y no buscas nada...
Que huyes a la soledad y te sigues llenando de ella....

Si tan solo supiera, lo diría....

Pero ¿sabes? tampoco pienso decirlo...


¿Y sabes por qué no lo diré?
Porque no lo mereces...
Porque todo eso que digo y siento es mio, y se queda conmigo...
Porque te quedó grande el compromiso, mi amor y el de quien se atreva a acercase...
Porque finalmente...
Este trago amargo, que se llama amor...
 al menos es verdadero y mio...
¡SOLO MIO!


Seguiremos fingiendo ser unos desconocidos , porque así tuvo que ser...
Pero de aquí en más, se perderá de vista el brillo de mis pasos...

Esa mujer, quiere confesar toda esa locura que entorpece su mente y endurece su alma...
Siente algo de miedo al hablar, ese miedo característico que le tiende trampas y le resta libertad, que la hace inútilemente tonta y siempre la deja tirada en un rincón.
Ella que lo dice todo, ha callado por mucho tiempo y ha sufrido en silencio, noches con almohadas mojadas, y días de sonrisas mentirosas.
Siempre hacia adelante, mirando hacia la esperanza posada en la puerta cerrada que jamás se abría.
Acompañada por la soledad en cada paso y encerrada en un capullo de algodón, donde con algo de suerte se lograba esconder del daño del resto, pero donde también encontró sufrimiento.
Sus alas no se hicieron tan fuertes para volar por si misma, se hizo dependiente y solitaria...  todo ese dolor que sentía se fue quedando como único compañero, como el causante de las tristezas y a su vez  como su compañero de infortunios.
Esa mujer se volvió insegura, y se quedó con la inocencia que le auspició la protección, esa mujer que en todos creía, esa de sentimientos nobles y malicia inexistente dejó de ser niña sin darse cuenta.
Ella que se escondía para no ser vista, se sentía tan distinta y no se ajustaba al mundo, a ese mundo que la miraba con crueldad, la heria con frecuencia, y ese que jamás supo de su llanto.
¿Soledad? condición sine qua non, como ese germen que a través del tiempo se fue metiendo entre los pliegues de su ropa, y ¿cómo es que rodeada de tanta gente estaba sola?. No hay forma de explicarlo, esas palabras tienen vida y hablan con voz propia.
Esa mujer, en el fondo seguía siendo niña y entregó todo sin reservas, no sabia el precio que pagaría por ser tan cobarde y esconderse tras las faldas del miedo.
Ella, cargada de añoranza y de necesidades que mutaron en carencias, emprendió la búsqueda de una excusa para ser feliz llamada persona, esa que la hiciera salir de ese mundo paralelo donde habitaba ella y su conciencia.
Regaló su tiempo y dedicación a llenar de besos algunos rostros, de caricias tibias a algunas manos frías, de palabras dulces y flores algunos corazones vacíos, pero también de piel a uno que otro cuerpo con sed de inocencia.
De aquello nada le quedó,  pues la soledad se seguía acostando del lado derecho de su cama, mientras ella intentaba darle la espalda aferrada a esa excusa que disfrazaba de felicidad.
Malas elecciones,  erróneas decisiones, y un único responsable... su desesperación.
Ese ímpetu radical que no dejaba paso a los matices y puntos medios, la ha hecho ser vulnerable de culpas y tentaciones, de las cuales no siempre ha podido escapar.
Luego de morir por el dolor del fracaso, volvió a nacer, entre sus cenizas yacía solo el rastro escondido de esa niña con emociones tiernas y corazón de caramelo.
Se confeccionó una coraza engañosa, a base de lagrimas saladas que al solidificarse armaron su fortaleza, un sitio intocable donde no dejaba pasar a muchos.
No tuvo culpa y sin querer se hizo fuerte, se hizo mujer de plomo, en sus bases puso afiladas lanzas para protegerse, para estar a la defensiva y siempre alerta, esperando el momento para salir volando y arrastrar todo a su paso. 
De forma imperceptible, esa coraza había confinado a esa niña a la prisión de sus emociones, al cuartel de sus sentidos, amen de una ley sin tregua, donde no había ganador...
Dejó de creer en las palabras, porque la vida la enseñó que estas no servían de mucho, aprendió a defenderse y en ese proceso se convirtió en alguien que no es...
En el fondo, seguía llorando esa niña con ganas de seguir creyendo y bajar las armas, porque esa armadura de sal era pesada y amarga, pero esa mujer nueva que nació entre cenizas no quería dejarla ver, se resistía y mostraba su lado más hostil
Así convivieron juntas, compartiendo el un mismo cuerpo en constante guerra, habitando la misma existencia, y haciéndole una doble vía a la conciencia, tan ambigua y tan dual, tan mentira y tan verdad.
Ese híbrido vertebrado, esa mujer que se relacionaba con aparente seguridad, que se movía entre la gente con carácter y autoridad, que presumía un increíble dominio de sus emociones, no era más que la representación exacerbada del miedo a ser la niña que vive en ese interior lastimado, miedo a dejarse ver entre lineas y ser susceptible de caer.
Pero esa mujer se dejó encontrar por un valiente que se atrevió a burlar sus muros de contención, a pasar barreras y a conquistar terrenos con astucia, se entregó a sentir, se dejó amar y se dejó tocar. Dejó salir a esa niña y se arriesgó.
De pronto, el caudal de inseguridades se desbordó, dejándola en medio de mares de demencia, nublada por fantasmas internos reflejados en los brazos abiertos de quien la buscaba.
Nadie lo obligaba, allí estaba él, porque así lo quería porque así lo deseaba, y era perfecto, como ella lo soñó, había luchado un poco para estar ahí, sin embargo, esa mujer... esa mujer traicionera que habitaba ese cuerpo, asesinó con sus mañas todo ese mundo de colores mágicos que se inventaron.
Y sin más, aquel valiente se convirtió en cobarde, decidió irse sin siquiera pensar que tal vez aquella niña que quería salir a volar de su mano se había quedado sola de nuevo, sin pensar que tal vez necesitaba un poco de tiempo, y de ese amor para salvarse, sin pensar que ella lo amaba mientras esa mujer lo atormentaba.
Se fue sin saber que esa mujer no era ella, él no quiso saber más, no quiso ver atrás, prefirió otros brazos, otras manos, otras tierras... Se fue para no volver...
Esa mujer muere de culpa, muere de insomnio y de frustración, se siente en deuda con esa niña que intentaba cuidar y se refugia en un quizás que no existe.
Mientras que esa niña la odia, la condena, y la tortura, por ser la causante de su tristeza, la causante de que ya no quiera volver a salir del anonimato.
Esa niña que ya no sabe quien es, que luchó contra todo y todos por creer en ese caballero que le hablaba bonito, ya no siente ganas de salir, y se retuerce de dolor al pensar que si tan solo hubiese sido valiente, él hoy sabría que esa niña es la persona que llegó a amar por un instante y no esa mujer que lo obligó a irse.

Este post está inspirado en algo similar que leí en un blog, llamado Silencio Relativo el sigo y me encanta leer, pero con la particularidad de que allá está la versión resumida y concisa contada por un hombre... y yo les contaré nuestra "tragedia épica femenina".

Les presento a Fulano y Mengana en ese proceso que llaman "flirtreo"...

Fulano:  Hola, que linda eres...
Mengana: Hola que tal (sonrisa picara) gracias. (parao en seco)
Fulano: ¿Cual es tu nombre?
Mengana: Mmm... Mengana ¿y el tuyo?
Fulano: Fulano, ¿de dónde eres Mengana?
-Empiezan a hablar- y luego de unas horas o quizás días (a elegir según el caso)
Fulano: Oye, y... ¿tienes teléfono? (pregunta obvia, todo el mundo tiene, pero esto sirve para ver si Fulana está interesada)
Mengana: Si pero no te lo voy a dar. JUM (Eso quiere decir, sígueme echando los perros que después vemos)
Fulano: Ok, está bien.
-Luego de algunos días hablando, piropos van, piropos vienen, Mengana le da el tlf. (Ahí es donde todo comienza)
Mensajes vienen, mensajes van.
Fulano: Eres interesante y piensa: -la chama es inteligente- Sutana y Perenseja no pero están buenas así que bueno.... pero solo dice: tu me gustas Mengana de mi vida, la luz de mis ojos, el aire que respiro, el agua que me baña, la mamá de Tarzán, la Colonia Tovar y sus alrededores.
Mengana: No responde
Fulano: Envía otro mensaje.
Mengana: Se hace la loca y responde a las tres horas. -Hola, estaba ocupada ¿cómo estas?
Fulano: Responde y sigue insistiendo... te dije que eres.... (leer arriba)
Mengana: Continua con amnesia selectiva -Rolling Eyes-
Fulano: Sigue insistiendo.
Mengana: Pone algunos peros, se hace la dura y la interesante, se seca el cabello, se hace las uñas y mientras se lo cuenta a su arsenal de amigas, pero está cómoda  (también le gusta el tipo, pero no se ha dado cuenta, tu sabes hay que ponerle emoción)
Fulano: Se emociona porque la tipa es difícil y sigue insistiendo.
Fulano: Sigue insistiendo.
Fulano: Sigue insistiendo.
Fulano: Sigue insistiendo.
Fulano: Sigue insistiendo.
Fulano: Se ladilla y deja de insistir, deja de escribir y comienza a tomar un poco en cuenta a Sutana y a Perenseja, porque o sea, están chéveres y bueno.... pa' luego es tarde, quizás no sea tan complicado (cerebro reptil)
Mengana: Empieza a sentir la ausencia y se preocupa.
Mengana: Mengana empieza a sentir extrañamente que le hace falta Fulano
Mengana: Espera con un poco de seguridad el mensaje o llamada de Fulano, la preocupación ha mermado.
Mengana: Se arrecha internamente porque, que bolas Fulano es un guevón que no le escribe y se lo vuelve a contar a su arsenal de amigas, hacen un consenso y entre todas arman un mundo, sacan conclusiones, se arrechan, se contentan, cantan canciones de Karina y todas son dedicadas al tipo.
Mengana: Decide escribirle a Fulano, con un tonito cuaimístico atorrante pero disfrazado de frialdad, porque o sea, estoy arrecha con él weon no puedo tratarlo bien.
Fulano: Empieza a tener signos de esa misma amnesia selectiva.
Mengana: Se arrecha pero porque el tipo no le responde y llama a todas sus amigas y empiezan a maldecir al carajo por HDP rata inmunda, CDSM e hijos.
Mengana: Llama a Fulano.
Fulano: A diferencia de lo que haría Mengana, la trata muy bien, y empiezan las excusas, mi amor estoy en el trabajo, o estaba en el metro, o mira amor no puedo sacar el BB en la calle porque me lo pueden robar, o quizás no amor me quedé dormido, etc, etc, etc...
Mengana: Le medio cree, pero se queda tranquila porque habló con él.
Pasa un día, dos quizás tres... Mengana espera que todo sea como antes, y se vuelve a arrechar y contacta a sus amigas para contarle de su desdichada vida y de que ese desgraciado HDP, CDSM e hijos, perro sucio no le para bolas.
Fulano: Ignora a Mengana, y sale con Sutana...
Mengana: Le escribe.
Fulano:  Ignora a Mengana, y sigue saliendo con Sutana y de vez en cuando le escribe a Perenseja pa no perder el otro conejo.
Mengana: Empieza a arrastrarse y a demandar atenciones de Fulano.
Fulano: Ignora a Mengana.
Fulano: Ignora a Mengana.
Fulano: Ignora a Mengana.
Fulano: Ignora a Mengana.
Fulano: Ignora a Mengana.
Mengana: No puede más de tanto amor, sufre, se despecha, sigue escuchando Karina, ah..., pero eso sí, ya no le cuenta a sus amigas que ella es quien esta buscando a Fulano ahora.
Mengana: Llama a Fulano
Fulano: Le contesta a Mengana, la sigue tratando excelentemente bien, y la invita a tomarse algo.
Mengana: Se olvida de toda su arrechera y su drama porque logró su objetivo.
Fulano: Aprovecha, entre trago y trago... bailan, se besan, y....... bueeeeno, la trata como una princesa salida de un cuento. (no es mi culpa, soy hombre) -piensa él-  y bueno, ¿por qué no decir que eso pasa unas dos o tres veces más? mmm... quizás cuatro o cinco, pero no más.
Mengana: Empieza a imaginarse llegando al altar de brazos de su padre, a su madre llorando porque se casa la bebé de la casa, caballos de colores, perritos que vuelan, cantan villancicos y bailan en punta al ritmo de la marcha nupcial. Entonces corre y se lo cuenta a todas sus amigas, y les dice que será eterno y para siempre porque ella está pendejamente enamorada y bla bla bla bla. (Todas empiezan a amar a Fulano)
De pronto un día... Fulano se vuelve a perder del mapa...
Mengana: Se preocupa, pero no, seguramente está en el metro, en el trabajo, en la calle y coño tu sabes le pueden robar el BB, o quizás esta ocupado, durmiendo, cocinando, o.... ay ¿será que le pasó algo? (Comienza el drama again)
Mengana: Llama a fulano por enésima vez.
Fulano: No perdón, no contesta Fulano, sino una PEEEEEEEEEEEEEEEERRRRRRAAAAAAAAAAA que dice ser la NOVIA de Fulano.
Mengana: Se arrecha, se medio muere, se despecha, le hace un espectaculo por el tlf, en el trabajo, en el metro, en la calle, en la esquina, en la discoteca, y comienza a destruirlo por fb, twitter, corre lo publica en El Nacional, El Universal, etc, etc, etc, retomar el viejo y olvidado CD de Karina y lo raya de tanto escucharlo, se reune con sus amigas y empiezan entre todas a desear la muerte de ese infeliz perro inmundo, ademas de la ya mencionada PEEEEEEEEEEEEEEEEEEEERRRAAAAAAAAAAAAAAAAAA esa que tiene por novia... y bla bla bla bla.
Fulano: No entiende que pasa.
Mengana: Odia a Fulano porque la usó, y se burló de ella, y porque todos sus recuerdos la torturan, pero no importa, sigue hurgando en su twitter y en su fb porque no puede dejar de ser masoquista. Sus amigas y ella odian a Fulano y a la PEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEERRRRRRRRAAAA....
Fulano: Le sabe a mierda tanto el odio de Mengana como el de las pendejas histericas de sus amigas, ni piensa en eso...  y sigue saliendo con Sutana  y una que otra vez con Perenseja pero guillao.
Mengana: Odia a todos los hombres.
Fulano: Le sigue sabiendo a mierda y sigue su vida sin mal pegue.
Mengana: Sabe el nombre de la mamá de la PEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEERRRAAAAAA, de sus hermanos, su edad, signo zodiacal, edad, tipo de sangre, estatura, su indice académico, y además que tiene celulitis.
Fulano: Le sigue sabiendo a mierda pana.

Así, hasta que a Mengana se le olvida el pana y se consigue a otro por quien sufrir en honor a ese masoquismo en sangre que la domina, mientras que Fulano sigue del timbo al tambo, termina con Sutana, sigue un tiempo con Perenseja hasta que se pone ladilla y se vuelve a perder.
Insisto, cualquier parecido con la realidad, ES PURA REALIDAD... :D

Hoy tenia ganas de reírme de mi misma y de la realidad de esta vida loca.... FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!!!!!!!!!!!. 


¿Odio? QUE FUERTE ¿no? Es una palabra áspera, incómoda,  que nadie o casi nadie reconoce sentir, y que causa ruido. Muchas veces por educación la vetamos de nuestro vocabulario, sin embargo, hay momentos donde quisiéramos gritarle a todos que lo sentimos y que no te importe que esté mal.
En estos momentos quiero olvidarme de toda patraña barata de que todo pasa por algo, y que además eso que pasa siempre es lo mejor, así como de todo ese insultante pensamiento compulsivo que me hace reprimir la ira y decir “así tuvo que pasar”, no quiero ser amable, no quiero seguir entendiendo, hoy solo quiero escupir veneno, transpirar odio, expresar mi inconformidad, hablar de esta injusticia, quiero gritarle a todos que no quiero ver la parte positiva, quiero revolcarme en mi propia bilis por hoy, y quizás mañana perdonar, olvidar, seguir, incluso reírme de esto y continuar con mis ganas de ver el lado amable.
Esto es odio señores, no es solo rabia, no es impotencia, no son palabras engañosas, no son posts cursis hablando de las esperanzas de un mejor mañana, y ni ese tan preciado optimismo que nos da aire para respirar un día más, ¡NO! Esto hoy se llama odio y punto.
Quiero hablar de mi odio comprimido y reprimido, odio la superficialidad de este mundo,  la mentira, la falsedad, la hipocresía, y odio que hasta los que no somos así tengamos que aprender a serlo a veces por necesidad y porque el entorno te lleva a eso, odio las mentes vacías y los cuerpos perfectos, pero aun más odio a quienes no tienen capacidad para darse cuenta de esa diferencia.
Odio eso que ven mis ojos en este momento, odio  la política y lo que ha causado entre la gente, odio el interés y la conveniencia, odio que todo tenga un precio incluso la conciencia de la gente, también que hayan muchas mentiras disfrazadas de verdad, la mezquindad y la soberbia, odio la estupidez del hombre intentando posarse sobre el poder de la naturaleza.
Odio la cobardía, odio esos prejuicios que nos hacen autómatas y solo unos huéspedes de una libertad condicionada, una libertad que no nos pertenece, odio que por ser mujer no pueda hablar de ciertas cosas porque está mal visto, odio esta tristeza y este dolor, odio esta inseguridad, odio pensar tanto  y amargarme la vida, odio reprimirme y no poder decir "te necesito" cuando en realidad quiero hacerlo, odio tener este orgullo que no me llevará a nada, pero pero aun, odio cuando me guardo el orgullo en el bolsillo y no sirve de nada, odio esto que me está pasando, y eso que te está pasando, odio eso que me persigue y que me atormenta por las noches.
Odio ese amor rosa que nos venden las películas y nos ponen a soñar con algo que no existe, odio este diciembre, odio esta soledad, odio tu ausencia, odio haber sido tan estúpida para escuchar palabras necias, odio ese consejo mal dado, odio eso que muestro pero que no soy, odio que todos me crean tan fuerte y que no pregunten qué me pasa, odio ser política y seguir las reglas.
Odio desearte cada día, odio saber que es mutuo pero nada pasará, odio esperar tanto de todos y obtener tan poco, odio tanto ruido absurdo y solo clamo por silencio, odio que mi voz no cante y mis letras no se escuchen,  odio buscar excusas, odio entender a todos en exceso, odio el maltrato, odio que algunos prefieran gritar que decir abrázame,  odio hacerme tantas preguntas, odio tener que aceptar lo que no quiero, odio hacerme la fuerte, odio y más odio.
Odio estos fantasmas, odio no sentirme bien aquí ni allá, odio cumplir solo cumplir, odio tanta incomprensión y tanta culpa, odio el abuso, la manipulación y la falta de respeto, odio esas mentiras que te hacen feliz por un rato y luego te amargan en resto de la vida, odio la lástima, tanto los que le sienten como la que la inspiran, odio no poder irme lejos en este momento, odio la infidelidad y el libertinaje a niveles exacerbados, odios las mujeres que no se respetan y los hombres que se aprovechan.
Odio esos desenlaces tan repetitivos, tan llenos de dudas, tan predecibles, odio la excusa de la mala o buena suerte, en este instante también odio el amor, lo odio porque me ha dolido siempre, por soledad o por ausencias, odio que ahora se me perdió la parte de la historia donde soy asquerosamente feliz y además es sostenible, odio porque no eres tú, porque después de todo tampoco eres tú.
Odio esta ciudad, odio a gran parte de quienes aquí viven, y odio mi falta de voluntad, odio los recuerdos de esa adolescencia llorona, y esa cueva donde preferí esconderme de los ojos de otros, odio las voces crueles que te dicen justo lo que te lastima, odio no poder defenderme, odio ser tan vulnerable, odio ser tan sincera cuando a veces creo que no valga la pena, odio saber que nunca ha sido diferente, odio lo que han hecho de mi, y odio saber que las consecuencias dañan a otros.
Odio esa atmósfera que se respira en este sitio, esa sensación de tensión y de hostilidad, odio las peleas y los malos tratos, odio tantos conflictos, y odio haberme convertido en más de lo mismo,  haber sido lo que tanto detesto y odio no haberme dado cuenta, odio querer estar en cualquier otro sitio antes que aquí.
Se los dije, esto es odio, puro odio, estoy cansada de callármelo, no tengo por qué hacerlo porque me carcome y me desgasta por dentro, me hace gris y me quita fuerzas.
Odio tratar en vano de convencerme de que así son las cosas, odio que el tiempo se demore tanto y no me traiga respuestas, odio tanto silencio, y tanto frió, odio no saber que hacer y odio mucho más mi pensamiento mutante, esa indecisión y esas incongruencias, esos miedos y odio mis medidas desesperadas, odio que él no eres tú, odio no poder decirle que si, y  odio ser tan correcta porque finalmente no sirve de nada, odio mi impaciencia y el forzarme a diario para ser paciente
No quiero ni pretendo sentarme en la sala de espera de atención al cliente en la oficina de Dios y armar un berrinche por mi desdichada vida, en absoluto, no se trata de eso, tan solo quiero  decir que odio todo esto que me está pasando, eso que estoy viendo y que me está afectando, odio que quienes me rodean o han llegado a mi vida no sepan que no estoy bien, odio que la critica sea la salida más fácil,  pero sobre todo odio saber que no puedo hacer nada para cambiarlo.

22-12-10


En aquellos días de angustiosa soledad, de despecho eterno, de corazones rotos y desespero, de escapes de emergencia y salidas fáciles, de cobardía y resentimiento, de sexo sin amor, recuerdo estaba ella...
Esa mujer buena, herida de muerte por un amor que no la amó, de mirada clara y alma pura, con sueños imposibles y dolores escondidos, solo quería olvidar...
El, un simple amigo de a ratos, solo bailes, risas, y un par de palabras...
Muy cercanos y muy parecidos, al mismo tiempo muy distintos y muy contradictorios.
El, no estaba solo, era el chico excéntrico y extrovertido, no tan atractivo pero con derroches de simpatía, el vivo reflejo del tipo perfecto, con una historia negra oculta que nadie conocía. 
El la buscaba, la tentaba, una y otra vez la llevaba al limite, al borde del abismo, disfrutaba de su experiencia en estos juegos, y también de la inocencia de aquella chica...
Ella se negaba, se alejaba y volvía por un poco más, le gustaba saborear el peligro sin caer completamente. 
Con el deseo a flor de piel y las ganas de experimentar lo prohibido... La excusa perfecta para erradicar el dolor, se convirtió en locura...
y una noche de esas, donde la razón se acuesta a dormir y el instinto se queda despierto, ella terminó con las distancias y se enredó en ese mar de sensaciones que afloraban sin mesura.
El sorprendido, no podía creer lo que veía, esa mujer que tanto se había negado, estaba frente a él, diciéndole sin palabras que esa noche sería para olvidarse del resto.
De pronto entraron en un laberinto de excentricidades, cargados de lujuria y frialdad, donde no había espacio para el afecto, y donde se armaron con mascaras de descaro y se las mostraron al mundo... Fueron esa complicidad maligna, una dualidad que hacia ver la parte más oscura de ambos.
Así fue pasando el tiempo, ella comenzó a sentir vacío, la cama no llenaba los espacios que sus afectos demandaban, ya su mente no se distraía con la piel de aquel hombre, ya su cuerpo no daba más y comenzaba a sentir rechazo por todo aquello que los ataba.
El, aprovechaba la situación, saciaba sus ganas, usaba aquel cuerpo y apuñalaba su alma arrojando los restos en algún viejo bar o en el rincón de los recuerdos...
Ella no sabia quien era, no podría reconocer ese rostro ni esas lágrimas, aquella mujer que no tenia reservas, que se entregaba sin condiciones, no sabía que eso que sentía era desprecio, era dolor, no sabia que para ese hombre era solo carne, solo piel.
El,  se preguntaba por qué todo aquello había cambiado, por qué ese cuerpo no se entregaba como siempre, y esa piel no derramaba deseo... 
Jamás pudo comprender que ella era más que un proveedor de placeres, más que su juguete preferido y no supo llenar eso que la cama dejaba vacía.
Ese hombre, máquina del sexo, pero un muy pobre caballero, un cuerpo vacío, nunca pudo abrir sus ojos, y jamás se enteró.
Ella, se hizo fría y desconfiada, se alejó, se liberó de ese circulo dañino y no respondió una sola de sus cartas, no dio señales de existencia, porque aquel hombre, de grandes cualidades y de excelente presencia, había matado una rosa con sus propias espinas.
Con el tiempo, se volvieron a encontrar y él seguía deseando nadar en ese mar de hielo, ese mundo abstracto que llenaba sus agallas de hiel y de ego, su cara tan lavada tocó su puerta de nuevo.
Ella silenciosa, lo miraba con recelo, distancia, y con desprecio.  Sentía un profundo rechazo y algo de lastima, porque sabia que ese hombre que jamás la conoció, no era más que un cuerpo sin alma.
De modo que no hizo falta palabra alguna, y con tan solo guardar silencio le dijo...
Nunca más..


20-12-10


Ya es sábado, tres y algo de la madrugada, yo sin sueño, y luego de pensar en demasía, debo confesar que aunque constantemente me cuestiono todo, la pregunta del día es ¿dónde se quedaron todas tus palabras?,  mi respuesta fue certera y directa… ¡En mi memoria!
Ciertamente soy muy distraída, y rara vez tengo nocion del tiempo, -poco me importa ademas- pero, creo tener una memoria exacta, con una gran capacidad de retener palabras textuales como si el tiempo no fuera capaz de borrarlas.
Hoy he descubierto, que es ahí donde se quedaron todas las tuyas, ahí albergo todo ese cumulo de datos que llamo recuerdos, que me trasladan a momentos muy puntuales, y que me siguen resonando como un eco, recuerdos que me llenan de nostalgia, y también de rabia con la vida ¿por qué no decirlo?

Recuerdo por ejemplo; que a las dos horas de haber conversado por primera vez, me dijiste: “eres interesante”, recuerdo también mi sonrisa pícara y lo que pensé y nunca te dije, así como esa primera vez que nos extrañamos, y me dijiste: "#yoconfieso, que me hiciste falta", ah..., y también de ese tan insinuante: "todo seria diferente, si al menos tuviese tu número" *rolling eyes*, al igual que todas las veces que te dije que no. ¿Paradójico no?
No dejo de recordar cuando me preguntaste¿“yo si soy tu tipo”?,  también la intención ambigua de tu pregunta, esa manera de decirme entre risas que todo era en serio, y nada en broma. 
Y claro, recuerdo mi respuesta, cosa que representaba muy bien mi primer “Si camuflajeado”.
¿Si camuflajeado? Claro, eso que dijiste que te tanto te gustaba de mí, un sábado en la noche  mientras jugábamos a hacernos preguntas.
Recuerdo también  esas ocho llamadas perdidas en mi teléfono, cuando emprendí mi primera huida,  ese escape sin causa que me devolvía a ti con un efecto casi magnético, tus doce mensajes mientras estuve de viaje, y esa llamada desesperada un viernes a las once de la noche preguntando: ¿"como tengo que decirte que me llamas la atención"? , claro, y también ese ¿"tengo que jalarte bolas"? confieso lo hice a propósito, confieso haberte estado probando, y confieso que adoraba la manera en que pasabas cada una de mis pruebas.
¿Qué me dices de aquella vez que me enfermé y no tenia dinero para ir al médico? ¿acaso puedes recordar eso que me dijiste? ese "pero, ¿cuanto necesitas?" y mi manera de hacerme la loca y hacerte olvidar esa idea. Y dime, ¿acaso puedes recordar tus tres llamadas al día para saber como me sentía?
Recuerdo incluso, las riñas, los conflictos, mis muchas palabras y tus silencios, tus “kierote” y tus “adorote”.
También ese “conflicto moral” que te aquejaba y que una vez me explicaste con detalles, ese “siento, y siento por ti”, pero sobre todo recuerdo claramente ese “te quiero, y te quiero para mí”.
Ese “no te vayas, te necesito”, y también cuando dijiste “te quiero bonito”,  ni hablar de tus demostraciones de cariño virtual, tu demanda de atención y tus manipulaciones, esas que por ser tan parecidas a mí y por un poco de conveniencia me hacían dar mi brazo a torcer, recuerdo tus reclamos y ese "me trataste mal chamita"
¿Y como no hacer mención de esa pregunta y esa promesa? ¿la recuerdas? eso que jamás se cumplió y que sería "perfecto"? o tal vez ese, "si amor, vamos a hacer la dieta juntos".
Recuerdo nuestros 'yo confieso' y nuestros 'yo te pido', además de todas esas veces que no teníamos manera de estar cerca sino a través de un teléfono, recuerdo oírte hablarme chiquitico, y decirme “dame un beso”, y claro, también mi cara de idiota al escucharte y responder a la tertulia.
Esas palabras cuando todo comenzó, "quiero hacer las cosas bien" y ese "te prometo que antes de hacerte daño me voy"... también esa ensalada de frutas con jugo de parchita y ese dulce, mis nervios y tu sonrisa, ese señor de barbas blancas que nos miraba a través del vidrio ese día, ah…, y ese primer beso  rodeados de tanta gente, en esa panadería tan conocida con olor a azúcar, y es que aun te puedo recordar mordiendo mis dedos, y diciendo “tienes unos ojos muy lindos”.
Recuerdo ese “hoy siento que te amo” y tu posterior explicación de esas palabras,  recuerdo mis ataques y tu paciencia, además de aquella respuesta que me dejó sin aliento mientras entraba en mi momento de esquizofrenia femenina, “no se qué quieres escuchar, pero yo solo intento hacerte feliz”.
¿Cómo olvidar el sushi? y tu enseñándome a usar los palitos, esa merengada con yogurt y frutas, ese almuerzo que me preparaste ese jueves en tu casa,  además de ese día…, no tendría manera de olvidar aquel día lunes, también en tu casa, cuando luego de haber compartido un momento tan inigualable,  te dije: "tengo hambre" y respondiste ¿“te quieres comer mi almuerzo?, yo después me preparo algo”.
Nuestros cariños,  nuestros juegos y nuestro secreto..., ese ¿le puedo dar un besito en el cuello? y esa respuesta siempre afirmativa a todo, aquellos momentos tan nuestros y aquel pare de contar...
Recuerdo tu pregunta ese día lluvioso, ¿"te importaría acompañarme a comprar ropa"?, y ese ¿"cielo, te gusta esta camisa"? o quizás, ¿de qué color el pantalón? y también ¿cual de esas corbatas crees que me gustó más? y claro, ese "cancelado nuestro plan de hoy por causa de lluvia, favor ubicar actividad alternativa" y ese juego risueño de..., ¿"entonces vamos al cine"? ¬¬
Inolvidables tus múltiples y repetidas preguntas atentas como: ¿"cielo, la estas pasando bien"?, o quizás aquellos momentos de bromas y juegos donde me decías: "llámame el jueves" y luego, "bueno, tu no tienes jueves", también nuestras pugnas metodológicas con aire intelectual, donde terminabas diciéndome, "no importa niña, es tu tesis y yo te apoyo".
Recuerdo tus “disculpa” y mi culpa interna, también ese día en que fuiste aprobado Mención Publicación y me escribiste un mensaje que traspasaba la presencia de todos los que ahí estaban, y decía “gracias por estar aquí, fue importante para mi” así como ese “eternamente agradecido que te acercaras a verme hoy” el día de tu grado, ese abrazo y ese beso en la frente a la salida del Aula Magna, tu pena y mis ganas de  llevarte lejos.
No solo recuerdo los momentos gratos, también puedo revivir eso que me costó tanto asimilar, ese “No estarás sin mí, pero tampoco conmigo” o quizás ese “yo también te quiero, pero tienes razón”, y claro…, “aunque suene trillado, pero no eres tu soy yo”.
Recuerdo tus propuestas y tus incongruencias, y aquella llamada dominical preguntándome ¿"por qué estás tan antipática"? y claro, no puedo dejar fuera esa pregunta necia que me hiciste: "por que ud me está tratando así?.
También todo lo que te dije, y nuestras palabras más recientes, ese "te quiero y te querré, pero" y por supuesto, ese tan predecible "me voy a alejar".
Así como eso, podría pasarme la noche rememorando tantos momentos y tantas palabras, que a pesar del poco tiempo se quedaron tan grabadas, tan presentes..., sin embargo, debo terminar mi escrito, diciendo que aunque recuerdo todos y cada uno de esos instantes, no logro ubicarme en cual de ellos es que se te murieron las ganas, porque sencillamente no creo que nunca hayan existido.
Y aunque se que una parte de ello lo mató mi inseguridad, y otra parte nuestros fantasmas, se que todo eso que pasó,  eso que tu reconoces como algo bonito, no fue una mentira.
Solo espero, alguna vez sepas responderme, para poder seguir creyendo que en efecto fuiste mi mejor amor y que nunca fuiste solo un montón de palabras huecas dichas al viento sin sentirlas, en resumidas cuentas, que no fuiste tan solo un recuerdo grabado en mi memoria.

Lo  bueno despues de todo, es que si estaba equivocada... 
no solo fuiste un recuerdo, sino el peor recuerdo... gracias por haberte ido.

18-12-10

Asi hablan las mujeres

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