Y llegó el viernes luego de tener dos semanas extenuantes, aguantando desordenes hormonales de los tantos jefes simultáneos que tengo en mi trabajo. All right! gracias a Dios era viernes y mi vida comenzaba a brillar, solo por el hecho de no tener que levantarme obligada al día siguiente a cumplir horario y exigencias.
Salgo del stress antes mencionado, tomo una camioneta hacia petare, con intenciones de evitar el metro a las 5 pm, cosa que ya es todo un reto. Mala decisión. Había una súper cola terrorífica, tuve que caminar aproximadamente unas seis cuadras hacia el metro de La California porque para Petare no voy ni enamorada.
Lo llamo, su voz de inmediato con ese tono picaro que inmediatamente me roba una sonrisa, nos vimos, unas birras, nada elegante, nada sofisticado, sin hablar de lo que pasó, ni lo que irá a pasar despues, pero la misma mirada intensa que nos grita que no podemos morirnos sin caer en la tentacion.
El me miraba mientras yo le contaba mis penurias del trabajo, las terribles colas que me calo todos los días, asi como tambien alguna que otra banalidad de las que siempre se habla.
Yo, lo miraba mientras me contaba sobre lo poco que ha hecho desde la última vez que nos vimos, que casualmente fue la última vez que nos besamos.
Y yo pensaba: - que bello es este CDM, quiero besarlo.
Entonces le dije: - Vamonos para la casa vale, y agregué un montón de sonrisas y miradas también pícaras que me ayudaran a sonsacarlo.
Se quedó pensando en silencio, no porque no quisiera, sino porque... bah, no me interesa el porque, aunque lo se muy bien, y salió la excusa de que si iba no subiría a trabajar al día siguiente, porque sabe que cada vez que viene no se quiere ir nunca... -es cierto- y yo nunca quiero que se vaya.
Total que hubo un silencio de mi parte, propio de no querer insistir y parte por orgullo, y por parte de él, esos comentarios que te incitan a seguir insistiendo para ver si se le quitaba el ataque de dignidad y se iba conmigo, pero no. Lo dejé así
Nos despedimos en la parada, después de cuatro cervezas, y me dijo mirándome a los ojos: - "estamos en contacto para la próxima". Y de inmediato supe, que pronto, quizás antes volveré a besarlo a escondidas y con miedo a que nos descubran, y ¿saben que?
¡ME ENCANTA LA IDEA!

06 de agosto de 2011