Era una vez , esa niña recién hecha mujer.
Quien por mucho tiempo llevó a cuestas un camión de soledad, de besos aguantados, guardados en cajitas de algodón para alguien que hiciera vibrar su mundo.
Además de detalles y notas en servilletas.
De cenas especiales, y de dormir abrazados. 
También de canciones de amor, y de poemas en la radio.
De muchas miles de formas de besar y de amar, de amor tierno y puro.
De todo eso que nunca había vivido, de eso de lo que nunca habla con nadie por no parecer demasiado tonta Y si, por un momento lo encontró, él se convirtió en su motivo para sonreír, su mayor alegría, su esperanza, y quien hasta hoy ha sido el único hombre que ha amado de verdad.
Él le dio respiro, la hizo cerrar lo ojos y lanzarse al abismo por creer en los dos.
Todo se volvió nada en poco tiempo, ella se quedó con las manos vacías.
Con el pecho ardiendo sin poder hacer nada con todo eso que sentía.
Buscando respuestas en los recuerdos de sus demostraciones de cariño, y en los rastros de sus manos abrazadas a su cintura.
De los besos en la calle, de los abrazos frente a todos, y de esos sueños compartidos.
De sus nervios al tenerla cerca, y de esa forma bonita de quererla.
Ella hizo sus maletas, calcinando los recuerdos y evaporando el sudor de sus noches a solas,
secándose lágrimas detrás de la puerta al despedirlo, y sabiendo que tenia que seguir, sin él, aunque no supiera cómo. 
Se levantó, pero el golpe la endureció, la hizo desconfiada, agresiva, y en el fondo insegura.
Miedo, ella era el miedo hecho mujer. Y lo transformaba en una apariencia frívola y calculadora, que le permitía vivirse desde la oscuridad, pero al menos sin sufrir.
Se entregó a otro cuerpo para engañar al tiempo, lo logró.
Solo no pensar fue lo que logró, solo ser parte de ese común denominador de quienes olvidan amando en silencio y con otra piel.
Luego vino el vacío, la tristeza, la pobreza de corazón, el frió hastío de ser quien no era, de parecer no importarle nada. Y amándolo a él, a su recuerdo, a sus manos en las suyas, a todo lo que significaba.
El tiempo, sabio amigo. Se llevó el dolor, trajo decepción y rabia para ayudarla a comprender su propio valor, para hacerle ver que fue mejor así y que finalmente él no era para ella.
Fueron lágrimas infinitas, noches ahogando sus almohadas de recuerdos y de impotencia.
Pero ella es un Phoenix, su fuerza nace en sus propias cenizas. Lo perdonó y tuvo paz.
La soledad, que finalmente es quien siempre la acompaña, se volvió su amiga, y ya no le daba consejos tan necios, la iba llenando poco a poco de paciencia para saber sentarse a esperar, pero sin dejar de vivir.
Pasaron los años, ella se endurecía, y le ponía un candado al alma, negándose a sentir y dejarse querer.
Ese miedo la llevó a cerrarse y no dejarse conquistar si no aparecía un caballero digno de su confianza.
Apareció uno, con un montón de aditivos que lo hacían parecer el indicado. 
Pero ella temía, se alejaba y se acercaba para probar el terreno, para saber si todo aquello era más de lo mismo y no arriesgar demasiado.
No se muy bien cómo, o más bien sí, se que ese hombre supo encontrarle todos los puntos débiles, fue esa zancadilla que la hizo caer,  él supo encontrar la clave para hacerla bajar la guardia, para esconder la coraza y volver a confiar.
Ella una vez más creyó, y entre todas las miles señales que le decían que no, ella dijo sí.
Se arriesgó, y decidió creerle a él, ignorando ese pasado gritándole que se fuera lejos porque se aproximaba al abismo.
¿Idiota? si, tal vez, y pagó caro por su error.
Él, así como sus palabras y sus muchas facetas de antídoto para los corazones incrédulos, fueron una mentira.
Y nuevamente estaba ella ahí, buscando respuestas entre todas esas cosas que vivieron, y sin poder comprender se daba cuenta de que pudo evitarlo todo, sin embargo decidió creer en él antes que en el resto.
Hoy, ella no sabe bien quien es, no reconoce esa otra parte gris que la hace parecer todo lo que no sabia que podría ser.
Una ira repulsiva la agobió por mucho rato, hasta que la liberó y tuvo paz de nuevo.
Son tantas las cosas que ha tenido que vivir, siempre creyendo y siempre cayendo.
Decepción tras decepción tratando de rescatar esa persona noble que vive dentro de ella, tras esas gruesas capas de protección.
¿Te parece tan incomprensible?, resulta que ella creyó y le fallaron, ella entregó y perdió, ella apostó y ganó.
Ganó el título de loca, de falsa y de quien sabe cuantos más calificativos.
Pero ¿de quién es la culpa?, ¿quién la elevó y luego la dejó caer?.
Ella no es mala, pero tampoco sabe muy bien si es buena. Pero lo cierto es  que ella no es la responsable.
Ella perdonó, es verdad, pero no por él, ni porque lo mereciera, sino por ella misma.
Y lo siento, pero lo que ella es no es otra cosa que el resultado de lo que han hecho con su corazón.
La mentira la hizo cínica, la hizo hipócrita, oportunista, y además un tanto contradictoria.
Y si, eso no está bien, pero ¿es tan incomprensible el hecho de que sencillamente es el producto de lo que otros hicieron de ella?
¿Es tan difícil?
¿Realmente es tan ilógico?
Que pena pero creo que habría que sentarse un rato a solas con la consciencia y hacerse esas preguntas.
Por lo pronto, me conformo con saber que ella es mucho más de eso que parece ser.
Y no hay nadie que pueda atreverse a señalarla.
Tú, menos que nadie.
Somos lo que han hecho de nosotros.


28 de octubre de 2011

Ellos, cada uno con su vida, sus historias, sus llantos y sus alegrías.
Él, mal enamorado de quien no lo merecía. De ese tipo de personas que no deben ser ni siquiera un recuerdo.
Ella, tan ella, con ese ángel especial que él llamó poesía. Eso tan genuino que lo deslumbró desde que la conoció.
Ambos cansados de limpiar las heridas de su pasado, de curar esos raspones y de secar algunas lágrimas.
Él, tan cansado de la mentira que vivía y que creía tan verdad, y ella, aburrida de tanto esperar por esa persona que tendría las agallas de luchar para merecerla.
Ella es tan yo, tan parecida a la persona que soy.
Es quien admira a Neruda y también adora escribir, quien es intensa en su forma de sentir y de expresarlo.
Es esa persona de piel blanca y pecas en la espalda y el pecho.
Con la mirada llena de luz, y el corazón lleno de amor.
Él, que todo lo dio, que amó intensamente y luego tuvo que olvidar por su bien.
Ese hombre tan niño, tan noble, inocente a pesar de su edad, y con utopías mentales sobre un mundo mejor,  quien cree en la gente y que además le gusta Arjona.
Ese que nuevamente se dio otra oportunidad.
Se conocieron en medio de un tornado de emociones dispersas. Cada uno por separado, cada uno con su saco de miedos y nervios de volver a sentir, de volver a querer, pero ahí estaban.
Tratando de distraerse de todo aquello que les sucedía sin tener muy claro el rumbo.
Algunas conversaciones interesantes, puntos de vista encontrados en cuanto a la política, y algunos otros en consonancia con lo que se podría llamar atracción. Simple, sin nada más allá de eso.
Pero había esa magia, ese algo fuera de lo común que los hacía sentir tan bien, tan cómodos, tan el uno para el otro, tan para siempre, tan novela y tan realidad.
Llegan los besos, esos besos que siempre son intensos, que vienen a formar parte de esos momentos inolvidables que se nos quedan tatuados en la mente.
Una que otra palabra, pero no tantas preguntas.
Una cama temprana, dos pieles que se empiezan a conocer, y dos personas que se arriesgan sin mucho que perder, sin mucho que ostentar y sin mucho que pedir.
Sin tanto miedo a lo que pasaría después, solo apostando por sentirse juntos, viviendo eso tan rico que sentían y que se les convertía en magia sin saberlo.
Ella, disfrutando de todo aquello, sin prejuicios, sin pretender cerrarse a vivirlo de la forma en que se diera y sin cerrar la puerta.
Ellos, sin saberlo, marcaban el comienzo de su historia.
De esa frase tan prostituida en las novelas. El "para siempre"
Ese tipo de historias no tan comunes, y de esas por las cuales no se apuesta mucho en estos tiempos.
Donde no se le hace esperar a la piel, donde los prejuicios se durmieron y los dejaron vivir sin premura, sin preguntas y sin un mañana asegurado.
Ese tipo de historias que parecen no tener futuro en un comienzo, pero que finalmente son más verdad que muchas otras.
Eso son ellos, un amor consolidado.
Ellos son verdad, su amor nació desde las cenizas que dejó el pasado, y cual Ave Fénix se han vuelto un solo sueño.
El tiempo los ha hecho de hierro a pesar de los obstáculos que se han  conseguido.
Y esto es ejemplo de que todo eso que vivieron antes de encontrarse fueron la preparación para su encuentro, para hacerlos suficientemente adultos para manejarse en la dificultad y en la sorpresa.
Pero sobre todo, para poder estar listos el uno para el otro, para poder decir que cada cosa ha valido la pena porque están juntos y lo que son existe, es real y se puede palpar a kilómetros de distancia.
Son prueba evidente de que todo llega en el momento justo, y el tiempo que sentimos perdido tomados de otras manos, no es sino el entrenamiento para cuando llegue esa persona que tanto esperas.
Para que la merezcas, para que te merezca, y para hacerle el amor con tu carne y con tu alma como si te fueras a morir en seguida.
Y si todo esto nació así, y ella había llegado a perder la fe.
Y si él había extraviado el camino hacia donde pertenece, y finalmente lo encontró.
Entonces ¿por qué razón yo debo perder la esperanza de que en algún sitio de esta tierra compartida, hay otro loco como yo... tratando de encontrarme y hacerme feliz?
Por ustedes yo aun creo.
Gracias M y J.

27 de octubre de 2011

En estos días me levanté con malestar... si, ese tipo de malestares físicos que te hacen vegetar todo un día...
En medio de las pocas cosas importantes que tenia por hacer, decidí entregarme a no hacer nada, pero mi mente daba tumbos...
Pensaba en lo bien que me siento en este momento, en la reafirmación de esa frase tan prostituida... "no hay mal que por bien no venga" y si, me siento bien, he superado algunos duelos externos... además del resentimiento que eso trae de manera intrínseca... rayos, de verdad estoy absolutamente tranquila.
Ya ni siento esa alarmante tensa calma, esa que me hace pensar que en cualquier momento algo va a perturbar mi paz... no, porque ¿sabes? he aprendido que la paz es una decisión interna, y si tu decides estar bien, entonces te haces el trabajo más fácil.
Sin embargo, algo resuena en mi cabeza... y es que a veces hay relaciones tan dañinas, que el mismo hecho de amar a alguien es casi directamente proporcional al hecho de odiarte a ti mismo.
Es muy cruel, pero veo a mi alrededor y me sorprende ya no sorprenderme.
Veo mujeres grandiosas, bellas por dentro y por fuera, llenas de ese carácter casi fálico, y con las pelotas que algunos le faltan y sin embargo tan pobres de autoestima.
Mujeres que al parecer repiten un patrón de conducta aprendido. Una misma forma de relacionarse, en donde al parecer hay un cierto disfrute morboso por sufrir.
No me siento superior a nadie, pero la verdad no puedo con eso.
Creo que la idea de estar con alguien es amar y se amada efectivamente, pero creo que algunas manejan ciertos criterios extraños acerca de ese amor.
No soy quien para criticar, pero si puedo sencillamente manifestar mi opinion al respecto.
No me parece. Las mujeres somos unas guerreras incansables, madres, hijas, amigas, esposas, novias, amantes, primas, hermanas y sobrinas, todo al mismo tiempo y con tacones puestos.
Y sin embargo, es tan común vernos caer a los pies de semejantes engendros mal nacidos que no nos merecen, perdemos esa altivez, perdemos autoestima y respeto por nosotras mismas.
No es justo, ¿por qué es tan alta la tendencia al masoquismo a través del amor?
No se, no tengo la respuesta. Pero me duele ver a una mujer sufriendo por mal amar a alguien que no la merece. Entonces recuerdo cada una de mis lagrimas del pasado y siento ganas de cortárselo al causante de las mismas.
Menos mal que todo eso no es mas que la forma tan rudimentaria que tenemos para aprender de la vida, cayendo y levantándonos mil y una vez.
De cualquier manera, no creo en justificativos suficientes para permitir que un hombre te pegue, o te grite, o te someta, o simplemente te vuelva gris porque no te hace feliz.
Es mejor llorar porque se terminó que seguir ahí recibiendo migajas. Es ahí donde demostramos de lo que estamos hechas las mujeres, cuando nuestro amor propio es más grande que el amor que sientes por otro.
Se llora por amor, y se llora a ese amor cuando se termina, pero es mejor hacerlo cuando hay que hacerlo, y cuando sabemos que no hay otra salida.
Porque sabemos lo valiosas que somos y lo que merecemos.



27 de octubre de 2011

Tú, tan inseguro como siempre.
Con juegos de palabras y con esa forma un tanto rudimentaria de conquistar a una mujer. Sin palabras, sin promesas, tan solo con tu voz, con tu olor y tu guitarra.
Sí, yo caí. Siendo niña y sin conocerte, caí.
¿Me quisiste? Sí, o no lo se. Tu ego era demasiado grande para dejar ver algún viso de amor hacia mí.
Pero sabias manejarme, me tenías en tus manos, sabías que te amaba y eso te gustaba.
Te hacía sentir poderoso en medio de todo ese invierno turbio que vivías dentro de ti.
Yo te amaba, tu intentabas quererme, me hacías feliz con las pocas migajas que se caían entre tus dedos. Y mientras, la amabas en silencio a ella, quien jugaba contigo, quien no te quiso y a quien siempre mereciste.
Yo te lo dí todo, desde la piel hasta el pensamiento, y cualquier otra cosa que por simple antojo me pidieras.
Fui todo lo estúpida que se podría ser, te amaba, fue tu culpa no mía.
Pero tú, lo fuiste aun más, me dejaste ir y pagaste cada una de mis lagrimas con el látigo del karma. Luego regresaste.
Querías saber que era vivir sin ataduras y te ataste para siempre. De pronto yo era lo que siempre quisiste para ti, yo era esa mujer que no querías dejar ir porque sabías lo que valgo, e intentaste nuevamente atarme a tu sombra.
Sorprendido quedaste cuando viste que no iba a suceder, que ya no era tuya, que había aprendido que lo mejor que me podría pasar en la vida era olvidarme de ti. Y nos vimos, sí, nos vimos.
Intentaste llamar mi atención cual niño de ocho años, acudiste a tu manipulación, a tus canciones y a tu voz.  A tu carta bajo la mesa, a la jugada segura. Pero ya me habías perdido, ya mi corazón no latía por ti, ya mi mente había aprendido a pensar en otra cosa que no fuera en tus labios.
Y crecí, me hice mujer con esa experiencia y seguí.
Tú, te sientes miserable, pero no eres lo suficientemente hombre para reconocer lo imbecil que has sido, lo visceral de tus pobres decisiones, pero sobre todo, te falta hombría para pararte frente a mi y arriesgarte a decir lo que de verdad sientes.
Ella te hizo pagar, ella fue tu condena antes y después. Y finalmente, es ella quién hizo de ti el hombre que eres. El que nunca me mereció y a quien no volveré a besar nunca más.


27 de octubre de 2011

Eso es lo que pienso de la forma de querer del hombre.
Sí, ellos tienen una superdotada inteligencia emocional, quizás más cuerda que la nuestra, y también son más realistas, y más prácticos. Y bueno vale, tal vez hasta se quieren más de lo que nosotras nos queremos. Pero no se, todavía me cuesta manejar la verdad.
No se muy bien si he tenido la suerte o la desgracia de tener muchos amigos hombres y ver como son en realidad. Porque reconozco que por una parte he aprendido a tener mucha malicia y siempre manejarme con cuidado. Pero por otra me ha costado mucho creer y relacionarme sin tener miedo.
El detalle está en que nosotras las mujeres nos quejamos de las mentiras de ellos, y nos declaramos en franca guerra contra esto. Pero resulta que somos ambos, -hombres y mujeres- adictos a la mentira.
Ellos porque saben como son, y mienten para poder alcanzarnos, para tenernos. Y nosotras porque necesitamos de la mentira para dejarnos caer en sus brazos. Ellos se fingen el mejor partido que pudiese existir, y nos van dibujando una imagen que es la que quieren que tu tengas de ellos, y no siempre es la realidad. Sí, soy mujer pero se que mienten porque nosotras los llevamos a eso. Pero ¿por qué? porque esperamos mucho más que orgasmos. -bueno, a veces ni eso nos dan-.
De modo que no se muy bien donde está el error, si en nosotras por aun seguir soñando con ese imago irracional del amor rosado y cursi que nos venden los cuentos de hadas, las novelas y las películas.
O ellos por ser unos mentirosos compulsivos, por no querer hacer la diferencia, sino vivir siempre siendo eso, un imago, algo que representa lo que son, pero que en realidad no es verdad.
Anyway.
El hecho es que el hombre no ama como nosotras, por ser distintos también aman distinto. Y eso es totalmente lógico. No digo con esto que amen de mentira o que amen menos, tan solo es distinto. Punto.
El hombre ama, si ama, pero aun haciéndolo intensamente es capaz de mentir. Es más he llegado a pensar que si el hombre no te miente, no le importas. -piénsenlo, lo discutimos en otro post-.
Conozco muchos, que aun amando tienen otra y lo curioso es que por lo general usan el mismo discurso gastado con ambas. Es una forma de mantener las aguas calmadas quizás. No lo se.
Y ni hablar de las rupturas, aunque te amen, no se van a suicidar por ti. Mientras tu estás encerrada en tu cuarto escuchando Sin Bandera, llorando, llamando a tus amigas para sufrir todas en grupo, él muy probablemente esté con sus panas, olvidando. -a su manera-. Pero olvidando.
Si tiene que salir, sale.  Y si alguna mujer de esas que nunca faltan le medio pica un ojo, también te olvidará en su cama. Raro, pero así son.
El hombre tiene esa costumbre, te olvida con otra, pero jamás solo. No sabe estar solo, pero jamás andará dando lástima por los rincones y mantendrá su imagen de macho delante de todos, aunque a solas en su cuarto llore por tí.
Eso no lo hace malo. Lo hace hombre.
Ni hablar de sus complicaciones. Ellos presumen de ser sumamente simples para entenderlos, y ciertamente, se pueden llegar a resumir en una regla de tres bastante acertada:
Comer / sexo / deporte.  Claro. No pretendo parecer resentida, y por supuesto estoy apelando a la exageración extrema, por supuesto que ellos son mucho más que eso, pero es una forma de explicar que ellos no tienen tantas complicaciones en su mente como nosotras. Eso podría ser cierto, pero no es tan sencillo comprenderlos en la práctica.
Ya que. básicamente, uno tiene que guardar una "imagen", la cual será el camino hacia el concepto que tendrá él de ti. En dos platos sres: "las mujeres no podemos ser básicas". Está prohibido.
Y no porque vaya a venir la Guardia Nacional a decirte que no puedes, de hecho muchas lo son, pero resulta que su tu eres de las que desea ser respetada y ser tomada como una mujer que vale la pena tienes que cuidarte de no ser una chica: "demasiado". Si, demasiado.
Demasiado abierta, demasiado relajada, demasiado celosa, demasiado lanzada, demasiado sexual, demasiado fácil, demasiado controladora, demasiado enrollada, demasiado sentimental, demasiado exigente, demasiado inteligente,  demasiado loba, demasiado controladora, demasiado liberal, demasiado problemática, demasiado, demasiado, y demasiados pare de contar.
Resulta que ellos quieren una mujer seria, sí eso está muy bien. Que sepas esperar que ellos sean los machos dominantes de la manada, que te busquen y te conquisten y tengas que hacerte la dura para poder resultar suficientemente interesante, por aquello de no ser demasiado lanzada, o demasiado fácil.
Entonces uno se sabe muy bien el libreto, uno sabe que debe comportarse de una determinada manera para ser medianamente digna de que ese macho dominante te trate como te mereces. Y eso no te garantiza absolutamente nada. El coño de su madre pues. Ya.
De manera que ellos quieren eso que llaman "una puta en la cama y una dama en la calle". Eso también está perfecto. Pero por Dios no sean imbéciles, eso también podemos fingirlo si queremos, si la mujer quiere parecer un corderito lo puede hacer sin problemas. ¿Qué les hace pensar que eso les garantiza que sean unas damas?. Ok, vamos a dejarlo así.
Pero entonces, si tu eres demasiado abierta para el sexo, su atención se desvía hacia ese punto y olvidan ser caballeros en otros aspectos, ah, y no conforme con eso, si eres demasiado abierta para hablarlo entonces te toman por loba, ni hablar de si se te ocurre comportarte como toda una actriz porno en la primera noche, porque te da la gana chico, porque te da morbo sentirte así y ya, porque en el acto pensarán: "eso hace con todos".
Si los haces esperar poco, no eres seria y pierden el interés, pero si los haces esperar mucho también la pierden porque ni que fueras la virgen María. ¿Qué coño de su madre quieren pana?
Si los llamas pierden el interés, si no los llamas ellos te revientan el teléfono con llamadas y mensajes, pero solo hasta que logran que seas tu la que los llames como loca y vuelven a perder el interés. Si eres exigente se sienten incapaces porque jodes mucho, si eres segura de ti misma te tienen miedo y no se acercan porque les da ladilla tanto reto.
¿Será que no saben que a nosotras también nos gustaría ser básicas a veces?. Bueno de hecho algunas ya lo son. ¿Acaso no tenemos derecho a ser sexosas como uds? A decir abiertamente que nos gusta hacerlo pero sin que eso les retuerza la mente pensando que somos fáciles y no nos respeten.
En fin, dejando el sexo a un lado, ¿Cómo es que pueden decir que quieren y aman si mienten?, pero mejor aun, ¿Por qué cuando les mienten a uds se sienten tan mal?.
Sí, ciertamente, uds son sumamente sencillos de comprender para algunas cosas, pero para otras son sencillamente un completo enigma.
Realmente los mueve el sexo, eso lo sabemos de sobra. ¿Pero por qué no ser gente?. Simples preguntas de mi mente pues, no tienen que responder absolutamente nada.
Pienso que su forma de amor es una prostituta, porque nunca se sabe quien es y si solo se acuesta contigo.  Es también de ese tipo de querer que ciertamente existe, pero que se basa en muchas otras cosas más que amar y olvidar que se tiene una vida, ¿qué quiere decir esto?
Que mientras nosotras nos enamoramos y solo vivimos para idealizar ese sentimiento, uds aman pero también aman vivir y ser libres, mentir, tener otras, salir, tomar, el pool, la playa, la familia, etc. Y no pretendas que si te ama debe estar contigo las 24 horas del día, si lo quieres ver y estar con él todo el tiempo, es tu peo, no seas ladilla.
Eso es muestra de que las mujeres nos quedamos con las novelas en la mente y por eso siempre limpian el piso con nosotras. Hay que aterrizar y comprender eso para vivir mejor.
Es un amor prostituido porque nos olvidan con otra piel. Porque estando con nosotras le escriben a la ex, y a cualquiera que le llame la atención, es un amor prostituto porque uds pueden hacer lo que sea con su aparato sexual y nosotras no. Porque si lo hacemos no somos dignas de respeto por uds y nos usan como trapos de cocina.
Es un amor prostituido porque primero se quieren uds, porque muchas veces se olvidan de complacernos, y porque a la menor discusión somos demasiado..., demasiado ladillas, enrolladas,complicadas, cuaimas, etc. Y se van sin hablar claro, toman todo lo que pueden de uno y luego se van dejando excusas baratas, y algunas veces solo dejando la cobardía del silencio.
Es un amor prostituido porque muy pocos son fieles, porque su pene no se mezcla con el corazón, y nos diseñan mentiras convenientes para justificar su traición. Para ellos no te aman menos porque te monten cachos, no. Aman con el corazon no con el pene. Ok. ¬¬
Es un amor prostituido porque uds son del mundo y nosotras de la casa, porque el machismo les facilita la vida, mientras a uds se les enseña a tener una y otra, a nosotras se nos enseña a ser madre y a ser el pilar de los hogares y de lo unico en donde salimos ganando es en los barcos, (mujeres y niños primero).
De resto, les tocó bastante fácil la verdad. Por eso su amor es prostituto. Por eso sus madres les regalan condones, les tapan las cosas y los entrenan para ser así, poco hombre, a nosotras nos dicen sermones cuando nos desarrollamos, nos cuidan hasta del papel tualé y ay de que se enteren que no somos vírgen, o que inteligentemente estamos tomando pastillas anticonceptivas, el peo de la vida.
Tu sabes, por eso de que hay que recoger a las gallinas, porque los gallos están sueltos. ¿Y por qué mejor no le cortan las bolas a los gallos? (mi duda infame y yo). Normal.
Por eso y más su amor no será nunca como el nuestro. Nunca seremos iguales, y está bien, lo podemos aceptar, pero al menos escuchen nuestros gritos desesperados y sepan que tenemos los mismos derechos que uds imbéciles. Si tu madre y tu hija merecen respeto entonces yo también.
El hombre tiene muchas caras y uno nunca sabe cual de ellas es la verdadera. Nunca llegas a saber si te ama a ti, o ama a un recuerdo, o si piensa en otra cuando te hace el amor, o si tiene otra a quien ama de verdad. No, jamás lo sabes. Ni aunque creas estar segura de conocerlo.
Porque son tan complacientes que te dirán justo lo que tu quieres oír, y eso no significa que sea cierto, sino que es la mejor manera de no escucharte haciendo berrinche. Es así, la mujer que no lo quiera aceptar está sencillamente jodida.
Es un amor prostituido porque pueden estar contigo años sin ser felices, y quedarse con la comodidad del tiempo, de lo que hayan logrado juntos y con la costumbre, pero no creas que serás la única. Convéncete.
Es un amor prostituido porque su mamá, su hermana y su hija merecen respeto, pero ellos no respetan a las mujeres que tienen.
Y así. Por eso no compartimos el mismo amor, por eso ellos son ellos y nosotras nosotras.
Pero lo que si debe quedar claro, es que estamos destinadas a vivir entre las sombra de esta inconformidad para seguir la estrategia de la naturaleza, reunir bastante dinero para la cirugía de cambio de sexo y unirnos al clan. O pactar con Dios para que en la próxima vida, -de existir esta-, vengamos siendo hombres y podamos librarnos de esta carga tan difícil que se llama:

  SER MUJER, en un mundo con tanto amor prostituido.
















27 de octubre de 2011




Es extraño estar escribiendo sobre ti después de tanto tiempo. Después de tanto no sentir por ti, después de tantas veces que te amé, te odié y te olvidé.
Y no es por nada, se me da muy bien eso de conocerte, te me volviste predecible con los años, y con eso también me he replanteado ese tipo de pregunta infame sobre qué exactamente fue lo que me gustó de ti inicialmente. Tengo ciertas dudas al respecto, pero no importa.
Sin embargo, es raro sentirme así por el hecho de sorprenderme de lo poco que tu me conoces a mi.
Hoy fuiste más basura de lo que yo, - incluso sabiendo bien quien eres- podría siquiera haber imaginado que podías ser. Y créeme, eso es bastante.
Hoy te quitaste el traje adulador y esa forma petulante de engañar a tus presas para parecer un imago de caballero.
Se te olvidó el respeto que yo te enseñé a sentir por mi, para dejar que tu cerebro reptil dominara tu conducta, fuiste throll, cavernícola, terrenal y mundano. Fuiste eso que eres con esas mujeres con quienes te escribes a escondidas de quien duerme contigo. Sí, hasta eso sé.
Fuiste ese hombre básico y elemental que ella no sabe que existe, fuiste tú. Ese hombre que no merece ni a las que ha tenido, ni a la que tiene y yo me atrevería a decir que ninguna que a futuro decida pasarse por allí  Fuiste ese hombre que merece estar solo por ser una mentira.
Yo no me siento sorprendida porque dejaras salir tu parte escatológica, insisto, estoy sorprendida por lo poco que me conoces. Pensaste que por el hecho de tratarte bien podrías venir a intentar mover aguas pasadas y obtener lo que a tu juicio, siempre ha sido tuyo.
Pensaste que con esa actitud tan baja yo saldría corriendo a aceptar tus condiciones.
Que iluso eres. Ya no soy tuya. Y que bien se sintió ser vengativa el día de hoy.
Que bien se sintió decirte con las agallas bien abiertas, que no mereces ni el soplo del viento.
Y que por más que me desees y creyeras que siempre iba a estar esperándote, amándote, y supeditándome a tus inseguridades, ya no es así
Pero fíjate. Pasó lo que jamás imaginaste, yo fui quien te rechazó a ti.
Ya no me gustas, no te quiero y no te deseo. No me interesas
Ya no existes, ya no eres, ya no estás.
Tu orgullo salió herido, y ni haciéndolo mil veces más pagarías todo lo que yo sufrí por ti.
Sin embargo me conformo con dejarte claro que ya no soy blanco de tus desprecios, y que ya tus juegos no me convencen.
Que maravillosa es la vida cuando tienes estas oportunidades, por eso lo disfruto.
Confieso que mi morbo me hizo dejarte un espacio de duda, y un lugar para seguir intentando.
Pero no es más que mi ego asqueroso queriendo volver a sentirse complacido en volver a decirte que no.
No me culpes, yo soy lo que has hecho de mi y me quedo corta, por eso creo que a veces la madurez viene cuando sabes esperar los momentos indicados para actuar.
Y tal vez esta es una primera señal de ello.
...Jamás lo hubieses imaginado.


11 de octubre de 2011

Eres ese manantial de maldad que me desvanece.
Esa poca fuerza de voluntad, ese deseo absurdo, irracional y adictivo.
Eres sudor, placer y locura.

Eres esa oscuridad que deja ver la luz.
De ese tipo de debilidad de la que no quisiera escapar.

Ese "no" que me gustaría nunca decir.
Eres eso que me gustaría tener por siempre, aun sin tenerte.
Eres quien me hace ser lo que siempre escondo.
Mi lado perverso y mi mayor pecado, mis bajos instintos y mi ausente cordura.
Eres quien se va y a quien no extraño.
Quien regresa y siempre está.

Eres lo que siempre quiero repetir, mi tentación oscura.
Mi fantasía, mi pensamiento y mis escalofríos en la espalda.
Eres el que siempre será prohibido, y el que no puedo querer.
El que se pierde, el que me pierde.
El que me busca y que me encuentra.

Eres mis uñas en tu espalda y tus besos en mi cuello.
Eres mi recuerdo pícaro, mi otro lado oculto.
Eres el que nadie puede sustituir. Mi sonrisa silenciosa.
Con quien soy yo, y soy con quien eres tú.

Eres demasiada verdad, la verdad que ocultas siempre y que conmigo es tan real.
Eres esa piel morena y ese cabello largo.
Esas manos grandes y esos ojos claros.
Ese mentiroso empedernido, y quien jamás me miente.

Eres todo lo que haces de mí y que no puedo ser con nadie.
Eres todo lo que no amo, y lo que no quiero para mí.
Todo lo que no me conviene y lo que no funcionaría jamás.
Pero sobre todo, eres lo que no necesito para vivir, pero tampoco he dejado ir.

Eres la piel que más deseo, soy la piel que siempre quieres.
La que siempre tienes, la que te desequilibra, la que no olvidas.
Eres el peor error, mi descaro y mi experiencia.
Eres mi maestro, el sitio a donde vuelvo y de donde nunca me voy.

Eres toda esa malicia en un solo cuerpo.
Eres quien eres, soy quien soy.
Y somos esos dos locos que se alejan y regresan por más.
Complicidad, amistad y lujuria. La peor y mejor combinación,
Porque eso que somos, no existe en otro lado.
Solo aquí.




Para este post escuchen: "Speechless" de Beyonce
06/10/11

Asi hablan las mujeres

Asi hablan las mujeres
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Music from my heart